CHISPA, LA BIEWER ADIESTRADA
María José y su marido viven en San Sebastian y aunque llevaban muchos años deseando tener un perro, se veían ya muy mayores para comprometerse con el esfuerzo que supone la educación de un cachorro. Todo cambió cuando conocieron a Chispa, una Yorkshire Biewer adiestrada.
Tema: Adiestramiento - Autor: DOGKING

Una familia enamorada de los perros
María José nos cuenta que en su familia siempre han tenido perros, aunque desde que ella era pequeña las cosas han cambiado mucho. Su padre era cazador por lo que estaba muy unido a sus perros, todos setter irlandés. Sin embargo, por entonces la concepción sobre los perros era bastante diferente. Los perros nunca entraban en casa, siempre estaban en el jardín y nunca salían a pasear porque para empezar tampoco se recogían las cacas de la calle. Y es que la gente veía raro tener una relación de complicidad con un perro. A penas había una industria desarrollada en torno al mundo canino. Los criaderos eran muy rudimentarios, no había residencias caninas ni veterinarios especializados.
De esto hace más de 30 años, y María José y su marido eran una excepción. Ellos amaban a sus perros y hacían lo imposible para proporcionarles lo mejor en una época en la que te miraban como un loco si tratabas a los animales con cariño. Es por ello que dejaban a sus perros entrar en casa o iban a Francia cuando necesitaban a un veterinario, y ante problemas donde la mayoría de las personas hubieran sacrificado a su perro, ellos decidían intentar antes todos los medios costase lo que costase.
¿Se puede vivir sin un perro?
Cuando amas tanto a los animales, es difícil imaginarse cómo puede ser vivir sin ellos. Sin embargo, era tanto el amor que María José sentía por sus perros que cuando se despedía de ellos para siempre su corazón se rompía en mil pedazos. Por eso hacía ya muchos años que no compartía su vida con un perro. Sus círculo de amistades la notaba triste y le animaban a que buscara un nuevo perro, pero ella no quería. No quería volver a pasar por eso.Y así los años fueron pasando sin la compañía de un perro y poco a poco su pena fue curándose. Pero cuando llegó el día que ella se veía fuerte como para volver a dar su corazón a otro perro, se vio con otro problema: se sentía demasiado mayor como para poder educar a un cachorro. Ella conocía bien el esfuerzo que suponía tener que enseñarle a un perros las normas básicas de convivencia, dónde podía hacer sus necesidades, que no debía tirar de la correa, enseñarle a comportarse bien con otras personas y perros…
Ella tenía gran necesidad de un acompañante en casa, ya que su marido sufría una enfermedad degenerativa y prácticamente había perdido su capacidad para hablar. Un perro podría venirle muy bien a ambos para darle esa compañía y cariño que tanto necesitaban. Pero, tener un perro a su edad parecía algo fuera de sus posibilidades hasta que un día descubrió que su peluquero tenía un nuevo perro.
Un perro adiestrado para la familia
Como cada mes, María José pidió cita en la peluquería de Fran, su peluquero de confianza. Fran había estado siempre acompañado de su perro, que pasaba los días con él en la peluquería. Pero ya estaba muy mayor y hacía poco que su compañero peludo había muerto. Por ello, cuando María José acudió a su cita se sorprendió al ver un nuevo perrito super tranquilo acompañándole de nuevo.¿Cómo podía ser que lo tuviese de hacía tan poco tiempo y ya fuese tan educado? Fran le explicó que se lo habían traído de Barcelona y que ya venía educado, lo cual le hizo pensar a María José pues ella no conocía la posibilidad de comprar un perro adiestrado. Esa podía ser una buena solución para ella, así que decidió llamar a DOGKING e informarse. Fue así como oyó hablar por primera vez de Chispa, una Yorkshire Biewer adiestrada que se convertiría en la nueva compañera de vida de ella y su marido.Comparte este artículo
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