LA CONJUNTIVITIS, UN PROBLEMA MUY COMÚN

La conjuntivitis: causas y síntomas

Hablamos de conjuntivitis cuando se produce la inflamación de la conjuntiva ocular, la membrana mucosa que recubre internamente el párpado superior e inferior. Esto puede provocar síntomas muy visibles como el enrojecimiento del ojo y la conjuntiva, continuas legañas que varían en color, lagrimeo constante, picor y molestia.

Normalmente, la conjuntivitis suele aparecer como una patología secundaria, es decir, la causa otra patología ocular. Es por ello que la clave para tratarla es dar con la causa primaria que produce esta inflamación. Así podemos encontrarnos con infecciones bacterianas, alergias, folículos en el párpado, un cuerpo extraño, algunos virus como el moquillo o enfermedades como la Leishmaniosis.

Un punto importante es poder detectar que la causa de la conjuntivitis no ha derivado en una agresión en la cornea ocular, algo bastante más grave y doloroso. Para ello se realiza el test de la fluresteina, con el que se hace una tinción del ojo que cambia de color se se ha producido un daño en la cornea.

Tratamiento y prevención de la conjuntivitis

El tratamiento depende en gran parte del causante de la conjuntivitis, ya que deberemos abordar la causa para que esta patología no tenga recidivas. Por otra parte, el tratamiento de los síntomas de la conjuntivitis suele basarse en un colirio que aplicado dos veces al día suele tener efecto a los 3 días de tratamiento y su aplicación concluye a los 7 días.

Por lo general es difícil prevenir la conjuntivitis, pero mantener el ojo de nuestro perro limpio, libre de legañas y residuos suele ser de mucha ayuda. Por otra parte, un buen pienso y algo de ejercicio diario favorece el sistema inmunitario de nuestro perro y puede ayudarnos a que siempre tenga esa mirada limpia que a todos hace sonreír.